Para las comunidades cristianas tribales en el estado de Chhattisgarh en India, el Año Nuevo no ha comenzado realmente con la esperanza de un futuro mejor o más seguro.
El 2 de enero, una mafia nacionalista hindú irrumpió en el campus de la Escuela Cristiana Vishwa Dipti en el distrito de Narayanpur y destrozó una iglesia ubicada dentro de las instalaciones de la escuela. Los videos de los agresores golpeando repetidamente estatuas de Jesús y María, y los destrozos a los muebles aparecieron en Internet. Los miembros de la mafia y los feligreses pertenecían a las tribus locales en Narayanpur, de las cuales las dos más destacadas son las tribus Gond y Muria.
Pero lo que sobresalió en los titulares nacionales y se volvió viral en las redes sociales fue la imagen de un oficial de policía de alto nivel que fue atacado por los agresores cuando intentó intervenir. El Superintendente de la policía de Narayanpur, Sadanand Kumar, fue llevado de urgencia al hospital después de sufrir una lesión grave en la cabeza. Los cristianos en Chhattisgarh han sufrido ataques como estos durante varios meses con casi ningún interés de los medios de comunicación, pero fue hasta que una persona de poder resultó herida que alguien prestó atención.
El ataque a la iglesia no fue un estallido repentino; Esta situación sabía estado sucediendo desde hace tiempo. Pues la mayor parte del 2022, las comunidades cristianas tribales en Chhattisgarh enfrentaron discriminación, injusticia y violencia, un informe lo documenta con más de 115 incidentes de violencia durante todo el año. La situación empeoró en octubre de 2022, con ataques reportados casi semanalmente, ya que miles de cristianos se han visto obligados a huir de sus hogares con miedo por sus vidas.
En una serie de ataques el 18 de diciembre de 2022, alrededor de 16 casas propiedad de cristianos y cuatro iglesias fueron destruidas por aldeanos hindúes en 20 aldeas en los distritos de Kondgaon y Narayanpur.
Los informes indican que los atacantes convocaron a las familias cristianas para que salieran de sus hogares y les dieron un ultimátum para renunciar a su fe o abandonar la aldea. Al principio, los cristianos intentaron razonar con los perpetradores, sin embargo, cuando eso no tuvo éxito, comenzaron a protestar y fueron golpeados de inmediato con palos. Muchos resultaron gravemente heridos y unos 200 cristianos se vieron obligados a huir de sus aldeas.
Según una fuente local, la mayoría de los aldeanos en estos distritos pertenecen a una tribu llamada Gonds. Como la mayoría de las comunidades tribales en la India, siguen una forma de animismo, que implica la adoración de la naturaleza y los espíritus, pero la línea entre estas creencias y el hinduismo se ha borrado a lo largo de los años. Los grupos hindúes de derecha a menudo intentan convencer a los miembros de las comunidades tribales de que todos son hindúes, y muchos se han visto obligados a identificarse como hindúes en el censo oficial de la India, ya que no existe la opción de elegir el animismo como religión.
A pesar de esto, en comunidades como las atacadas en diciembre, el número de cristianos ha aumentado a lo largo de los años, pero muchos de ellos sintieron que deberían tener su propia casa de oración. Sin embargo, cuando construyeron estas instalaciones, los miembros de la tribu, instigados por los fundamentalistas de derecha, advirtieron a las personas para que dejaran de asistir a estas casas de culto. Aquellos que ignoran estas advertencias generalmente enfrentan violencia y presión para convertirse al hinduismo.
El Pastor Sitaram, una de las víctimas del ataque del 18 de diciembre, dijo: “Estábamos ocupandonos de nuestros propios asuntos en nuestras casas, algunos de mis vecinos estaban en los campos afuera. El domingo por la mañana, los aldeanos nos llamaron y comenzaron a amenazarnos a Renunciar a nuestra fe o irnos. Cuando nos negamos, fuimos golpeados. Unos 50 de ellos estaban allí. Muchos de nosotros resultamos heridos, rompieron los huesos de una persona. Los heridos fueron llevados al Hospital Narayanpur. Más tarde esa noche, fuimos a la estación de policía y presentamos nuestra denuncia “.
Otra víctima que desea permanecer en el anonimato y que se estaba escondiendo en el momento de la entrevista agregó: “Vinieron a todas nuestras casas y comenzaron a golpearnos y nos obligaron a renunciar al cristianismo. Estaba fuera, pero mi familia me llamó y me aviso para que me pudiera escapar y para que no regresará a casa. Me escapé. He estado fuera durante los últimos dos días. No traje ropa. He estado tratando de cargar mi teléfono en las tiendas y donde sea que tenga una oportunidad. No puedo quedarme en un solo lugar pues escuché que me están buscando en todas partes. También había algunos miembros de Panchayat (consejo de la aldea) “.
Según fuentes locales, varios cristianos de las 20 aldeas intentaron presentar denuncias en sus respectivas estaciones de policía, pero la mayoría de los funcionarios se negaron a registrar los primeros reportes de información (FIR), que son necesarios para abrir una investigación. En la noche del 18 de diciembre, más de 1,000 cristianos se reunieron a fuera del colegio en Narayanpur, ya que no tenían a dónde ir. Muchos de ellos ni siquiera tuvieron tiempo para traer ropa caliente. Los cristianos fueron llevados por la fuerza en un autobús y transferidos a una estación de policía en Benur, también en Chhattisgarh, y se les prometió que sus FIR se registrarían allí, pero no se han tomado medidas desde entonces.
Esta violencia no salió de la nada. Un informe publicado el 2 de enero por un comité de investigación para el Centro de Estudio de la Sociedad y el Secularismo encontró que “la advertencia temprana de la campaña para convertir por la fuerza a los cristianos manifestados existía desde el mes de octubre. Sin embargo, la administración del distrito ignoró las advertencias tempranas tales como las amenazas e intimidaciones dirigidas a las Adivasis (comunidades indígenas locales) cristianas. Se informo sobre estas intimidaciones, pero no se tomaron medidas lo que equivale a violar la paz en la localidad. Como resultado, la violencia contra las Adivasis cristianas siguió aumentando “.
Si bien los responsables de la violencia argumentan que los miembros de su comunidad tribal se están convirtiendo enérgicamente al cristianismo y se están alejando de su fe y prácticas ancestrales, este comité de hallazgos encontró que ninguno de los cristianos había decidido renunciar a su fe a pesar de su sufrimiento. Lo que sugiere que no había fuerza involucrada en su conversión.
En todos los niveles, las autoridades indias deben responder, no solo proporcionando alivio y seguridad a los afectados por la violencia, sino al abordar las causas raíz que han permitido que se desgaste el tejido social en india.
A nivel local, la policía debe escuchar las quejas de los cristianos y registrar FIRs para que puedan llevar a cabo investigaciones apropiadas y llevar a los responsables ante la justicia. A nivel estatal y nacional, los ministros y los parlamentarios deben hacer mucho más para tomar medidas enérgicas contra la retórica que combina la identidad nacional india con el hinduismo y, por lo tanto, envalentona a los extremistas para atacar a otras religiones o comunidades de creencias.
De manera crucial, la comunidad internacional también debe prestar atención a las palabras y acciones del Primer Ministro Narendra Modi y el Presidente del Partido Bharatiya Janata (BJP), haciendo que el gobierno indio explique su fracaso y, a veces, la complicidad, al proteger a los grupos vulnerables que están en su deber de cuidar.
Escrito por el Departamento de CSW India
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