Samuel[1] es un profesor y abogado nicaragüense que se vio obligado a abandonar su país en abril de 2019 después de haber sido detenido repetidamente en represalia por su reportaje sobre violaciones de derechos humanos cometidas por las fuerzas gubernamentales.
Para la última entrega en nuestra serie ‘Viviendo en el exilio’, CSW habló con Samuel para aprender su historia.
¿Quién eres?
“Soy Nicaragüense del Departamento de Chontales. Soy pedagogo y abogado. Ahora estoy en Panamá exiliado en calidad de Refugiado en Trámite, desde el 16 de abril del 2019 a través de la Orden Ejecutiva N. 5 de Protección a Solicitantes de Refugio del Gobierno de Panamá, mediante la Organismo Nacional de Protección y Atención a Refugiados (ONPAR).
La persecución contra mí se originó por haber trabajado con los gobiernos democráticos anteriores – desde 1993 al 2006 – como docente y promotor de Derechos Humanos y con organismos no gubernamentales como El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH) y otros organismos en relación al campo educativo, en comunidades de toda la región de Nicaragua entre ellos PINE, JICA, HOPE y USAID.”
¿Cómo te ha animado tu fe a trabajar por la justicia y defender los derechos de los demás?
“Me considero cristiano, creo en Jesucristo como redentor y mesías y actualmente pertenezco a la Iglesia Cristiana del Dios Vivo. Nací en 1974, mi país ya vivía en la zozobra de la guerra revolucionaria por cambios de regímenes autoritarios, por luchas internas y efectos de la guerra fría. Eso me llevó desde pequeño a analizar la situación de decadencia existente en mi país por parte de los líderes de gobierno; al no tomar en consideración los derechos inalienables de las personas y todos aquellos artículos que establecían en su carta magna, la protección de las mismas por parte del gobierno.
Me gradué de maestro de primaria y fue cuando sentí que el servicio que brindaba como educador beneficiaba a mi comunidad en enseñarles lo básico a adultos y niños, así que eso me dio la iniciativa de seguir preparándome para aportar más en cuanto a calidad educativa a la institución en la que trabajaba. El conocer más de leyes y derechos me permitió ser más integral y brindarles mejor atención a las comunidades, por lo que decidí ser parte del equipo del CENIDH y comenzar mis estudios en Ciencias Jurídicas, con el objetivo de profundizar en la materia para la defensa jurídicas y procesales y acompañamientos, a personas que se le fueran violados sus derechos humanos.”
¿Nos podría explicar un poco de la historia política de Nicaragua hasta hoy?
“En el 2007 una vez ganadas las elecciones por el Sr. Ortega y gracias a los cambios que el presidente Arnoldo Alemán le concedió al hacer una reforma a la Constitución y Ley Electoral, Ortega comenzó el desmantelamiento de todos los organismos internacionales ONG existentes en Nicaragua que, de manera directa, trabajaban con las comunidades en pro a su desarrollo económico y social en materia productiva, educativa y todos aquello que fortaleciera la incipiente democracia que los Nicaragüenses había logrado desde 1991 con el gobierno de Doña Violeta Barrios de Chamorro, pero que a Ortega no le convenía. Fue por eso que el pueblo decidió hacer una transición de gobierno ya que era insoportable la guerra civil donde murieron más de 100,000 nicaragüenses, generando una economía decadente, que derivó en un desastre para la economía del país, con una deuda externa de más 14 mil millones de dólares.
Daniel Ortega – quien perdió las elecciones de 1991- en sus discursos populistas, señalaba siempre que los Sandinistas iban a mandar desde abajo. Y así sucedió con cada gobierno que le precedió: Violeta Chamorro, Arnoldo Alemán y el sr. Enrique Bolaños. Pero gracias a que los diputados de Alemán junto a los Sandinistas eran sin duda mayoría legislativa durante el gobierno del sr. Enrique, modificaron la Ley Electoral debió a las negociaciones hechas por Alemán y Ortega, ya que a Ortega le convenía bajar el porcentaje para poder ganar la elecciones y a Alemán le convenía que Ortega le protegiera del gobierno de Bolaños, quien lo pretendía enjuiciar por corrupción durante su gobierno.
Desde que Ortega toma el poder en el 2007, inició el dominio completo del “Orteguismo” y comenzó a reformar todos aquellos artículos constitucionales que le impidieran postergarse en el poder y así mismo reformar leyes de cualquier índole para su beneficio y sus allegados partidarios.
Con esto, surge la suplementación de dominio de todos los poderes del estado que caen en su servilismo fanático, de endiosarlos como los únicos líderes y con toda clase de violaciones al estado de derecho y malversaciones corruptas del dinero del estado. Las cuentas del seguro social caen a saldo rojo por hacer uso inadecuado del dinero de sus contribuyentes, prestando dinero a sus allegados para inversiones que jamás respondieron a sus obligaciones con el seguro, llevándolo a la quiebra. Eso es apenas un ejemplo de malversación. En 2017 ya habían ocurrido protestas en contra de esa situación del seguro, pero quienes protestaron fueron desalojados con mano de hierro. El Orteguismo continuó en el poder a través de fraudes electorales creando un ambiente insoportable de vida social, un alto costo de la vida y una economía en decadencia.”
¿Qué pasó en el país y que te sucedió a ti en Abril del 2018?
“En 2018 cursaba mi 5to año de Ciencias Jurídica en la Faculta de Derecho de la Universidad Popular de Nicaragua UPONIC, donde también daba clase en materia de Pedagogía. Debido a una reforma que el gobierno le hizo a la Ley del Seguro Social que desfavorecía a los asegurados, la mecha del estallido social de encendió, y durante una protesta en la ciudad de León, un grupo de ancianos fueron golpeados públicamente. Esto aunado a las injusticias de la nueva ley, hicieron que inmediatamente la juventud de la población Universitaria decidiera protestar a Nivel Nacional, en contra de la corrupción del gobierno y sus atropellos contra la ciudadanía. Como respuesta el presidente Ortega envió un ultimátum: deshacer estas acciones de protesta. Pero estudiantes, campesinos y la gran mayoría de la población en general continuó con las protestas pacíficas haciendo marchas cívicas de gran escala, reclamando sus derechos como pueblo.
El gobierno consideró esto como un GOLPE DE ESTADO y ordenó a la policía, a paramilitares y al ejercito a agredir a todo aquel que estuviera en contra, asesinando y cometiendo crímenes contra la humanidad.
Según investigaciones realizadas por organismos extranjeros, reportaron más de 300 fallecidos, cientos de desaparecidos, cientos de heridos y más de cien mil exiliados – hasta la fecha – la gran mayoría en Costa Rica.
En julio del 2018 con la frase “VAMOS CON TODO” el gobierno comenzó a quitar los retenes -grupos de protesta que bloqueaban vías ferreas- asesinando a todos los que se manifestaran. Tal fue el caso del retén de San Pedro del Lóvago, donde alrededor de 20 campesinos[2] fueron asesinando ante una gran cantidad de personas.”
¿Qué te paso a ti?
“Por ser un promotor de derechos humanos fui retenido muchas veces por la Policía. En Julio y Agosto del 2018 y en Octubre del 2018, me detuvieron por varias horas y me amenazaron de muerte con el objetivo de que yo no siguiera reportando informes de lo que estaba pasando en las comunidades, después que mataron a los campesinos del sector de San Pedro de Lóvago.
Pero no me detuve; decidí hacer acusaciones formales de todo esto ante el CENIDH con sede en el municipio de Juigalpa, en el Departamento de Chontales y el ambiente hostil a mi persona se agudizó. Por eso me vi obligado a dejar mi país y pedir refugio en Panamá para resguardar mi vida. Salí el 5 de abril de 2019 de mi hogar dejando a mi familia y llegué a Ciudad Panamá el 12 de abril, el 16 de ese mismo mes me presenté a la ONPAR pero desde entonces, no me han notificado de cómo va el proceso; o si me van a dar o no refugio.”
¿Cómo es la vida del exilio?
“Vivir en el exilio alejado de tu familia y sin rumbo cierto es desolador. Es una lucha constante para sobrevivir; es tener que legalizar documentos para poder encontrar un trabajo honesto y decente, para poder ayudar a los tuyos; es dejar atrás a todos aquellos a los que amas, sin saber si tendrás la oportunidad de volver a verlos.
Todo ello sólo por el hecho de pensar diferente a un gobierno que te amenaza de muerte, te encarcela, te desaparece o te obligado a huir, si no te sometes a sus injusticias.
Muchos nicaragüenses han pasado por esta situación en la que me encuentro yo; y eso es muy significativo porque sin documento legal tienes que hacer trabajos no formales, entonces muchos han optado por legalizarse a través de la oficina de migración, pero eso requiere pagarle a un abogado y trámites de documentos con un costo aproximado de $3000.00 dólares.
Y para alguien que no tiene papeles y está de manera irregular en el país, no puede reunir esa cantidad de plata; se le hace imposible a uno así que la situación de los nicaragüense en Panamá es bastante difícil ya que tiene que estar buscando trabajitos temporales o ayuda con la Cruz Roja o el ACNUR (La Agencia de la ONU para los Refugiados) para que le den asistencia y ayuda humanitaria más con esto de la pandemia muchos nicaragüenses se han ido de nuevo para su país, ceñidos en un viaje humanitario que una vez llegando a Nicaragua la misma policía se encarga de investigarlos. Yo sé de casos en que han matado a aquellos jóvenes que participaron en las protestas del 2018, porque los consideran golpista.”
¿Qué pasaría si tratara regresar?
“Estando el mismo gobierno no me atrevo a regresar. Se sin duda alguna que mi integridad física está en peligro de ser secuestrado, encarcelado o desaparecido. Esto lo digo porque ya previamente me han amenazado de muerte.”
¿Cual es la situación actual en Nicaragua?
“La situación es caótica e inestable. Siempre la Policía, paramilitares y el ejército se mantienen encarcelando y matando a líderes opositores. Hay hostigamiento, zozobra y miedo. El Gobierno no permiten que haya expresiones de libertad de ninguna clase ni sacar la bandera de tu país o gritar “viva Nicaragua Libre” porque te matan. Lamentablemente esto le pasó a un Joven del norte que por decirlo, le dieron un disparo en la cabeza. La situación está cada día más tensa.”
¿Cómo está afectada la iglesia?
“No hay libertad para realizar asambleas. Te prohíben hacer reuniones y no por causas del coronavirus. Es por la desconfianza y el temor de que las iglesias se prestan para actividades o mítines políticos. Y si realizas visitas de hogar en hogar a los hermanos, te dan seguimiento para saber si andas haciendo algo en contra del gobierno.”
¿Qué pides a la comunidad internacional?
“Quisiera pedirle a los organismos internacionales -tanto a los países de América como a los europeos- que hagan todo lo que esté en la medida de sus posibilidades para que ya no sea sólo una notificación o una petición a Daniel Ortega sino que se haga uso de una acción más contundente para que este señor salga y dejé el poder porque lo que el pueblo quiere de Nicaragua es ser libre.
Que se respeten los derechos humanos; que haya un estado de derecho; que haya justicia; que haya democracia y que haya paz.
Pido a todas aquellas instituciones a nivel internacional de Derechos Humanos, a la ONGS y a los países hermanos del mundo, que por favor se den cuenta de que tenemos más de 40 años de estar en manos de estos Dictadores y que el pueblo nicaragüense necesita ayuda para romper esas cadenas de esclavitud en las que está sumergida la nación. Pido a todos estos organismos que se tomen las acciones necesarias para lograr lo que queremos: Libertad, Justicia, Democracia y Paz.”
[1] Nombre cambiado por motivo de seguridad
[2] Cifras oficiales permanecen sin confirmación.