Policía política de Cuba amenaza a joven cristiano evangélico por su liderazgo

Escrito por Yoe Suárez

El 7 de septiembre, día en el que el YouTuber Iván Daniel Calás Navarro, de 19 años, celebraría su cumpleaños número 20 iba a ser un día inolvidable; y lo fue, pero de una forma muy diferente. Ese día recibió una citación, entregada en su casa de La Habana, para presentarse el 8 de septiembre de 2023, en una estación de policía conocida por encarcelar y castigar a los disidentes políticos.

Aunque era la primera vez que recibía una citación oficial, Calás Navarro tiene la certeza de que se convirtió en blanco de la policía política a partir de 2017, cuando, a los 14 años, decidió compartir su fe y creó su Canal en YouTube llamado  ´Voz De Verdad´ -que hoy cuenta con 7000 seguidores- y cuando, años después, comenzó a trabajar como líder juvenil en su congregación, la Iglesia Bautista Nazaret, que forma parte de la Convención Bautista del Occidente de Cuba, denominación registrada y con una presencia histórica en la isla.

La vigilancia sobre Calás Navarro se volvió aún más intensa después de las protestas pacíficas del 11 de julio de 2021 cuando, en menos de un mes, el régimen cubano anunció el Decreto Ley 35, que regula las redes sociales. Según FRANCE 24, esta iniciativa generó preocupación en Cuba por sus implicaciones para la libertad de expresión, pues la ley castiga cualquier contenido que sea crítico con el gobierno, y que las autoridades consideren “noticias falsas” o que incite a protestas. El gobierno sostiene que la ley está destinada a combatir el ciberterrorismo, sin embargo miembros de la sociedad civil independiente cubana creen que el Decreto Ley 35 no es más que la formalización de la censura que se ha extendido por la isla desde que se generalizó el uso de Internet.

El régimen ataca regularmente a comunicadores independientes, especialmente aquellos con audiencias más amplias, y a personas en posiciones de liderazgo en la sociedad civil. El caso del joven YouTuber es una clara muestra de ello.

El 8 de septiembre, decenas de cristianos se movilizaron en oración y compartieron en redes sociales sobre la noticia de la citación de Canás Navarro.  El joven llegó a la estación de policía acompañado de su familia, cuatro pastores, amigos y compañeros de iglesia, pero sólo su pastor -quien lo había bautizado y oficiado su matrimonio- lo acompañó hasta la puerta donde le esperaba el oficial ‘Mario’ de la policía, también conocida como Departamento de Seguridad del Estado (DSE), encargada del control y contrainteligencia del régimen de Castro.  También estuvo presente la oficial, ‘Olivia’, quien anteriormente había sometido al líder religioso a múltiples interrogatorios mientras cumplía su Servicio Militar Obligatorio (SMO) entre 2022 y 2023.

Iván Daniel pidió orar en voz alta antes de que comenzara la “entrevista” y los militares se lo permitieron, pero luego se burlaron de él cuando terminó de orar. Le dijeron que esto era una prueba de que en Cuba se respeta la libertad religiosa, porque conocían comentarios que había hecho en las redes sociales sobre violaciones a la libertad religiosa, por las cuales no había sido interrogado antes.

Durante la reunión, le pidieron que firmara un documento que le obligaba a no decir nada crítico sobre las autoridades, y a no promover ideas contrarrevolucionarias a través de sus cuentas en las redes sociales, donde siempre está hablando de diversos temas de actualidad desde una perspectiva cristiana.

Calás Navarro se negó a firmar el compromiso, y cuando uno de los agentes amenazó con acosarlo con llamadas telefónicas les dijo que si querían saber algo más, podían citarlo nuevamente y hablar con él en la misma estación de policía. “Mi compromiso”, les dijo el líder juvenil, “es ‘presentarme delante de Dios como un obrero que no tiene de qué avergonzarse, que maneja correctamente la palabra de verdad’, como dice Timoteo 2:15. ¿Por qué? “Porque no podemos dejar de hablar de lo que hemos visto y oído”, dice Hechos 4:20. Lo único que hago es bendecir mi tierra”.

Entre 2020 y 2021, Calás Navarro transmitió semanalmente en Facebook Live sobre las barreras que existen para el pleno disfrute de la libertad religiosa en la isla, así como la prohibición que se tiene para acceder a los medios de comunicación (todos ellos en manos del Estado).  También hablo de la falta de reconocer el derecho a la objeción de conciencia, y el hecho de que los padres no pueden elegir qué tipo de educación deben recibir sus hijos.

Unos meses antes de la citación, asumió el cargo de líder juvenil en su iglesia. El joven había dado una clase sobre lo que significa la libertad religiosa y compartió en las redes sociales algunas fotos suyas frente a una sala de adolescentes, con una pizarra detrás de él.

Su influencia en la comunidad ya se había hecho patente años atrás a través de la iniciativa ‘Rutas con propósito’, que organizó junto a otros jóvenes cristianos evangélicos, que se reunían para realizar ‘bicicleteadas’, donde decenas de cristianos oraban en los puntos más alejados de la capital cubana, intercediendo por la crítica situación económica y espiritual del país. Esta actividad también significó que el mensaje de Calás Navarro fuera escuchado fuera del círculo de las comunidades de fe.

Calás Navarro le explicó al periodista Yoel Suárez que incluso siendo un pequeño canal de YouTube, sus entrevistas con cantantes cristianos habían atraído miles de visitas.

Iván Daniel mencionó que en la tarde del 8 de septiembre los militares estaban preocupados porque, según el influencer “estoy rodeado de jóvenes; porque he participado, he servido y he sido parte de la dirección de eventos de cientos de jóvenes cubanos cristianos; porque mi influencia hacia esos jóvenes les preocupa y porque me negué a votar “si” durante las votaciones para dirigentes de la Federación de Estudiantes Universitarios de mi Universidad y no pudieron obtener el 100 % de los votos en la sala.’

Terminadas las amenazas Calás Navarro volvió a solicitar permiso para orar por los agentes, sus familiares y por Cuba, y los oficiales se lo permitieron.

Una vez de regreso en su casa, el joven bautista admitió en las redes sociales que “Sí, temo por mi vida. Pero Dios tiene el control. Dios es más fuerte que el DSE. Dios es el Rey de reyes”.


Yoe Suárez es un periodista independiente que ha escrito extensamente sobre temas de derechos humanos y libertad de religión o creencias en Cuba.