El Código de Familia de Cuba cumple dos años

El 22 de julio de 2024 se cumplieron dos años desde que la Asamblea Nacional aprobó el Código de Familia de Cuba y, tal como advirtió la CSW, la legislación se ha extendido mucho más allá de la igualdad para la comunidad LGBT+. Aunque este aspecto fue el foco de los esfuerzos del gobierno para alentar el voto por el “sí” en el referendo público que siguió, solo un puñado de los 474 artículos eran relevantes para ese tema.

La aplicación de la legislación ha obligado a familias enteras a emigrar para proteger a sus hijos y no perder la custodia parental, como es una posibilidad real en virtud del artículo 191 del código. La legislación permite que los menores sean transferidos al cuidado del Estado, si los padres no cumplen con las responsabilidades detalladas en el artículo 138 del código, entre ellas “inculcar el amor a la familia, a la patria, el respeto a sus símbolos… las normas de convivencia social [basadas en la ideología del Partido Comunista de Cuba] y el respeto a las autoridades”. Los padres corren riesgo si muestran una conducta que “induzca a su hija o hijo a cometer un acto delictivo…” (191 (c)) y/o “[sean responsables de] una conducta viciosa, corrupta o delictiva que sea incompatible con el debido ejercicio de la responsabilidad parental…” (151 (e)).

A primera vista el código puede parecer inofensivo, sin embargo, es necesario comprender que todos los conceptos de patria, familia, respeto a los símbolos patrios, acto delictivo y conducta viciosa o corrupta se interpretan en el marco del sistema socialista en el que se fundamenta la constitución de 2019. Sin embargo, las continuas protestas, como la del 11 de julio de 2021 y otros levantamientos sociales de menor escala desde entonces,1 indican que la población está rechazando el sistema que la constitución obliga a los ciudadanos cubanos a defender, incluso con su vida.2

“Cualquier pastor o líder religioso puede ser acusado de estos y otros delitos. Aquellos cuyas iglesias no están registradas o aprobadas por el Estado son catalogadas como lugares donde se enseña el rechazo al sistema socialista, no sólo a los padres, sino a sus hijos que asisten a los servicios dominicales. Los pastores enseñan a los padres de familia a poner su amor a Dios por encima de cualquier sistema político, incluso por encima del sistema socialista, y al régimen eso no le gusta”, dijo a CSW un pastor de La Habana. Agregó que el Código de Familia ha hecho que los pastores se abstengan de presentar denuncias sobre los abusos que sufren muchos de sus hijos en la escuela, por temor a ser atacados y, en última instancia, perder la custodia de sus hijos.

Algunos líderes religiosos han emigrado con sus familias solo para evitar esta tragedia. Un ejemplo público lo menciona Yoel Suárez en “Hoz y Cruz”, su libro actualmente en proceso de publicación. Nos cuenta que en marzo de 2023, los militares acusaron formalmente a la Sra. Marisol Peña Cobas de “otros actos contra el normal desarrollo de la menor”. Según las autoridades, la mujer no instruyó a su hija a respetar y amar a los exlíderes Fidel y Raúl Castro y al actual presidente Miguel Díaz-Canel. Un mes después, su hija, Katherin Acosta, de siete años, fue citada por la Policía Nacional Revolucionaria a la Oficina Provincial de Atención a la Infancia de Camagüey en represalia por el activismo de su madre. Invocaron el Código de Familia y amenazaron con eliminar la “responsabilidad parental” de la Sra. Peña Cobas y su esposo. En junio de ese mismo año, el acoso y las amenazas contra la familia se intensificaron y las autoridades les advirtieron que abandonaran Cuba. La familia vendió sus pertenencias para comprar vuelos a Nicaragua, luego, temerosos de ser víctimas de ‘coyotes’3 o traficantes de personas, recorrieron por su cuenta Centroamérica para finalmente llegar a la frontera con Estados Unidos.

En su defensa, la señora Peña Cobas dijo: “Dios es supremo y no obliga a ningún ser humano a adorarlo, porque nos dio libre albedrío. Ningún hombre en la Tierra tiene el derecho ni el poder de obligar a otros seres humanos a amarlo y respetarlo, a menos que sean dignos del amor y el respeto que exigen”.

Otro caso es el del reverendo Arcadis Solano Silvera, pastor de la Cuarta Iglesia Bautista de Santiago de Cuba. Había soportado el acoso incesante contra él, su familia y su iglesia durante más de 20 años, pero en 2022 la táctica del gobierno cambió. En una de sus últimas “entrevistas” obligatorias con su agente del Departamento de Seguridad del Estado (DSE) asignada por el gobierno, que se hacía llamar “Anais”, ella mencionó la posibilidad de enviar a su hijo mayor, que solo tenía 15 años en ese momento, a cumplir el servicio militar obligatorio (SMO). Se refirió al artículo 6 del Código de Familia que establece que “las niñas, los niños y los adolescentes no podrán ser separados de sus madres, padres y familiares, salvo que lo determinen las autoridades competentes en circunstancias especiales”.

En la mañana del 2 de marzo de 2023, mientras el pastor y su esposa estaban fuera de la casa, una mujer llegó a su casa. La mujer no se identificó por su nombre, pero dijo que representaba a la oficina del Área de Atención Militar de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y afirmó que estaba allí para solicitar información sobre el hijo del pastor Solano Silvera, Daniel Arcadis Solano Jaume. La hija del pastor, de 13 años, abrió la puerta y, aunque su hermano estaba en casa, mantuvo la presencia de ánimo para informar al oficial que por ser menor de edad, no se le permitía abrir la puerta ni proporcionar información sobre su familia. El oficial no ocultó su irritación y le dijo a la hija del pastor que estaba allí para llevarse a Daniel de inmediato para su SMO, que normalmente se impone a los jóvenes a partir de los 17 años.

El oficial presionó repetidamente a la niña de 13 años para que le dijera dónde estaba Daniel, pero ella se mantuvo firme, respondiendo a cada demanda que era menor de edad. La oficial se enfureció y le gritó a la niña: “¡Tu hermano me pertenece, dame la información, no te niegues!”. Una vez más, la niña se negó. Después de que la oficial se fue, la niña informó de inmediato a sus padres de lo sucedido, y el pastor y su familia llevaron a cabo planes para abandonar el país a los pocos días del incidente.

Para los pastores y laicos que permanecen en la isla, la aplicación arbitraria del Código de Familia en cualquier área de su vida sigue siendo una amenaza constante. Desde octubre de 2023, Raciel Vega Matos, pastor de la Iglesia Cristiana Bautista Familiar de Cerro y Primelles en La Habana, ha denunciado, en numerosas ocasiones a CSW, el acoso que sufre su hija de cinco años, Ruth, a manos de sus maestros y directores de preescolar. Acosaron a la niña por llevar su Biblia a la escuela y cantar canciones cristianas durante los recreos, y especialmente por no querer participar en las celebraciones en torno a Halloween, las obras escolares que celebran la Revolución y negarse a jurar lealtad al comunismo cubano, que incluye la recitación de la frase, ‘con la guía de Fidel, por la patria y el socialismo, moncadistas4 siempre listos, pioneros por el comunismo seremos como el Che’.

Como castigo, el mesabanco de la niña fue desplazado a varios metros de los de sus compañeros, a quienes se les prohibió hablarle. A lo largo de los meses, Ruth desarrolló varios trastornos psicológicos y una especie de fobia escolar que obligó a sus padres a sacarla el 5 de marzo de 2024 y educarla en casa. Rápidamente llegaron más amenazas, ya que en Cuba no se permite la educación en el hogar. El pastor fue amenazado con perder la custodia de su hija, basándose en el Código de Familia. El 23 de julio de 2024, el pastor Vega y su familia huyeron del país para evitar más represalias y traumas para su hija, que sigue sufriendo trastornos emocionales derivados de los abusos sufridos en la escuela.

El Código de Familia y la libertad de pensamiento y de conciencia

En octubre de 2023, una pastora de la provincia de Mayabeque fue visitada en su casa por la presidenta provincial de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC)5 y un agente del DSE, quienes le dijeron a la pastora que les habían informado de manera fehaciente que ella estaba “envenenando y contaminando las mentes” de las mujeres de la ciudad, al difundir conceptos y principios que degradan a la mujer y que no estaban respaldados por el Código de Familia. Claramente habían recibido información sobre el contenido de su predicación y enseñanza de un informante, ya que mencionaron posiciones teológicas específicas que ella había defendido.  Específicamente, la atacaron por supuestamente decir que la FMC no representa a todas las mujeres en Cuba.

La pastora respondió que su predicación y enseñanza se basaba en su comprensión de la palabra de Dios y su fe, y negó haber dicho que las mujeres de la Federación de Mujeres Cubanas no pueden ser cristianas o que no pueden asistir a la iglesia. Sin embargo, afirmó que sí creía que “todo lo que contradice los principios de la fe no representa a la mujer cristiana…”

El agente del DSE advirtió a la pastora que si continuaba celebrando reuniones de esa naturaleza, no sólo tomarían medidas contra ella sino también contra su marido, que podría ser despedido de su trabajo. Le dijeron que tenía dos opciones: continuar con su comportamiento contrarrevolucionario o cuidar el empleo de su marido.  La pastora respondió que ella y su familia son cristianos y continuarían sirviendo al Señor, y si esto significaba que su esposo perdería su trabajo, que así fuera.

En otro caso que involucra la libertad de pensamiento y de conciencia, un pastor, su esposa y su hijo adolescente fueron citados en junio de 2024 a una entrevista con un grupo de oficiales del DSE. Esto siguió a una larga campaña de acoso dirigida contra la familia porque el adolescente se había negado a venerar símbolos patrios y a participar en eventos políticos en la escuela, y había expresado su desacuerdo con varios temas de clase que, según ellos, contradecían su fe. Los oficiales del DSE dijeron a los padres que los maestros habían “agotado todos los medios legales” para obligar al adolescente a alinear su pensamiento con la enseñanza revolucionaria y concluyeron que los padres habían incitado el comportamiento de su hijo.

A los padres se les emitió un Acta de Advertencia –una especie de orden de arresto previa que justifica futuros cargos criminales por hechos aún no ocurridos– en la que se establecía que “si [los padres] persisten en esto, tomaremos medidas no sólo para retirar a su hijo mayor del hogar, sino también a los demás niños pequeños; y, de acuerdo con las nuevas leyes del Código de Familia de nuestro país, perderán el derecho a seguir educándolos, se les quitará la patria potestad y nosotros, como Estado, seremos responsables de educarlos, corregirlos, enseñarlos y brindarles una educación sana”.

El pastor, desconcertado por las amenazas de los oficiales, respondió que, incluso si las amenazas se cumplieran, la familia seguiría educando a sus hijos desde el punto de vista de la fe que ellos ha elegido creer y vivir.

Nada nuevo bajo el sol

En opinión del abogado cubano en el exilio Ariandys Aguiar, pastor afiliado a la Convención Bautista del Oriente de Cuba por más de 20 años, el mal que desataría la adopción del nuevo Código de Familia contra la población disidente en el país siempre ha estado presente. “En un sistema como el de Cuba”, dijo el pastor Aguiar a CSW, “lo que no es tuyo no te lo pueden quitar. Los niños en Cuba no pertenecen a sus padres”.

Afirmó que, en Cuba, como pastor, temía constantemente por la seguridad de sus hijos porque la intensidad del adoctrinamiento en las escuelas, universidades y en el servicio militar siempre ha sido significativa. “Pero de repente en 2022”, dijo, “nos encontramos con que el detonador de tanta maldad se manifestaría abiertamente como una ley, disfrazada de progresista, para mantener restringida la libertad religiosa y de expresión”.

Escrito por la oficina de coordinación para Cuba de CSW.


  1. El Observatorio Cubano de Conflictos (OCC) registró 671 protestas y denuncias públicas en la isla en junio de 2024, lo que muestra una curva creciente en comparación con las 626 de enero del mismo año.
  2. Según la Constitución de Cuba, la defensa de la patria socialista manda a todo ciudadano a luchar por cualquier medio, incluida la lucha armada, cuando no sea posible otro remedio, contra todo aquel que intente derrocar el orden político, social y económico.
  3. Coyote es un término utilizado para describir a los “guías” pagados que escoltan a los migrantes hasta la frontera con Estados Unidos y les indican cómo entrar con la mayor probabilidad de éxito.
  4. “Moncadista” se refiere al fallido ataque al Cuartel Moncada de 1953 dirigido por Fidel Castro, lo que él consideró puso en marcha la Revolución cubana.
  5. La FMC existe en Cuba desde 1948, pero fue reorganizada en 1960 por Vilma Espín, la esposa de Raúl Castro Ruz. Opera en cooperación con el gobierno cubano y el Partido Comunista de Cuba.