La revictimización en la búsqueda de solución a los conflictos relacionados con la libertad religiosa

Uriel Badillo es un de padre de familia que se ha visto afectado por la falta de libertad religiosa en la comunidad de Cuamontax, en el municipio de Huazalingo, en el estado mexicano de Hidalgo. Su padre Gilberto Badillo, nativo de la comunidad, se convirtió al cristianismo en 2009, y en 2010 hizo pública su nueva fe ante su comunidad cuando comenzó a realizar estudios bíblicos e invitar a personas a su casa.  

La comunidad prohibió estas actividades y colocó una pancarta en la entrada del pueblo que decía explícitamente: “Se prohíbe la entrada a protestantes”, que permaneció hasta 2021.  Tuve la oportunidad de verlo en una visita al estado de Hidalgo en 2020.

La religión mayoritaria en Cuamontax es la católica romana; celebran fiestas y celebraciones para varios santos durante el año, pero la fiesta más importante en el área que dura una semana es el “Xantolo”[1] (Día de los Muertos) y todos los miembros de la comunidad deben participar individual y financieramente.

En 2018 Uriel Badillo y su familia acordaron participar en el apoyo y desarrollo de actividades comunitarias, llamadas “tequio[2]”, con excepción del festival para el Xantolo, que se lleva a cabo del 30 de octubre al 2 de noviembre de cada año en donde se ve a personas haciendo ofrendas, danzas y realizando festivales en memoria de y para los difuntos.

La negativa del Sr. Badillo y su familia a participar en las festividades del “Xantolo” debido a sus creencias religiosas llevó a la comunidad a amenazarlos con la expulsión y con el corte de los servicios esenciales. Esta amenaza se cumplió en octubre de 2019 cuando los líderes comunitarios destruyeron la antena de un negocio familiar de Internet, les dieron una semana para irse y luego rodearon la casa de la familia con alambre de púas y les impidieron volver a ingresar a la comunidad.

En 2020, miembros de la comunidad cosecharon los cultivos en las tierras (conocidas como tierras ejidales)[3] pertenecientes al Sr. Badillo y su familia sin su autorización. Desde 2019, a la familia no se le ha permitido llevar a cabo ningún proceso administrativo en la propiedad comunal y el Comisariado ejidal que supervisa la administración de la tierra se ha negado repetidamente a otorgarles autorización.  

Al hacer esto a la familia; al negar el acceso a su tierra, al mismo tiempo se les exige un documento firmado por el comisariado cada año, para verificar que todavía son miembros de la comunidad, se cree que el liderazgo de la comunidad está tratando de construir un caso para demostrar que la familia no está interesada en la tierra, lo que a su vez justificaría dividir la propiedad entre otros miembros de la comunidad de acuerdo con el artículo 48 de la Ley agraria, que permite la reasignación de tierras después de cinco años por «desinterés».

Sin embargo, este no ha sido el problema más grave al que se enfrentan Badillo y su familia desde su expulsión en 2019; ese mismo año Uriel y su padre iniciaron un proceso legal y burocrático que se convertiría en un segundo calvario para ellos. El Código Penal y Administrativo del Estado de Hidalgo reconoce los delitos de violencia, abuso de autoridad, despojo y discriminación, todos los cuales se reconocen que tuvieron lugar en este caso, entre otros más, pero desde que se presentó la denuncia, las autoridades correspondientes no han hecho nada al respecto. La oficina estatal de Derechos Humanos ha emitido varias recomendaciones al Gobierno estatal y a la fiscalía con sede en la cabecera municipal de Huejutla de Reyes, que está a cargo del asunto, pero no ha habido avances.

Como resultado, desde 2019, Uriel Badillo y su padre Gilberto Badillo se han visto obligados a ir y venir a la Fiscalía con sede en la ciudad de Huejutla de Reyes, y desde 2020 a la oficina Municipal de Huazalingo y a la ciudad capital del estado en Pachuca a la oficina del Registro Agrario, a tratar de defender los derechos que les debe otorgar la ley.  El viaje dura aproximadamente seis horas desde su comunidad a la capital del estado.

La falta de atención de las autoridades a su situación se suma a su desinterés, pues la única recomendación de las autoridades es que la solución para dejar de tener problemas con la familia Badillo es que ellos abandonen sus creencias religiosas y se alineen con las solicitudes de la comunidad con respecto a la cooperación y participación en festivales católicos romanos, a pesar de la gravedad de los actos de ilegalidad que han sufrido y siguen experimentando, constituye una barrera que solo extiende la injusticia los revictimiza y los obliga a permanecer en un estado de exilio de su comunidad.

Este es solo uno de los muchos casos que CSW ha documentado en el estado de Hidalgo.  Otro es el caso de Rancho Nuevo, donde desde 2015, los cristianos protestantes han sufrido la suspensión de servicios, restricciones en el acceso a programas gubernamentales y abuso de autoridad.  En diciembre  de 2022, una mujer fue atacada violentamente por líderes comunitarios, lo que termino para ella en cuidados intensivos durante más de dos semanas;  La razón era que pertenecía a una minoría religiosa dentro de su comunidad. Aunque ahora se está recuperando, y a pesar de que ha presentado las denuncias correspondientes, los responsables permanecen impunes. Esto representa un ejemplo más de la falta de atención y revictimización que sufren quienes pertenecen a una minoría religiosa y viven en el estado de Hidalgo.

Debemos hacer nuestra parte como sociedad y como representantes de las diversas esferas que conforman nuestras comunidades, alzando nuestras voces por aquellos que se encuentran en una condición tan profunda de vulnerabilidad y protegiendo el derecho a la libertad de religión y creencias consagrado en la Constitución Mexicana y los tratados y Convenios Internacionales de los que el país es parte. Sino lo hacemos, solo abriremos un camino en el que el siguiente en la lista de injusticias seremos nosotros mismos.

Pablo Vargas, Director México, Impulso 18 A.C.


[1] Xantolo o celebración del Día de Muertos, es una fiesta de origen prehispánico en honor a los difuntos, realizada por el Teenek y náhuatl en el Huasteca, acompañado de bailes, Canciones y platos típicos. Se caracteriza por la devoción y la espera de la llegada de familiares y amigos que ya han fallecido.

[2] Tequio deriva de la palabra náhuatl “Tequitl”, que significa trabajo o homenaje, y esto se refiere a una costumbre prehispánica que consistía en la cooperación en especie y trabajo de los miembros de una región para construir, reparar y preservar su entorno.

[3] Las tierras ejidales son tierras que fueron otorgadas por el estado para realizar actividades agrícolas o ganaderas. Por lo tanto, esta extensión de tierra es propiedad del municipio donde se encuentra y es administrada por tres cuerpos legales: la Asamblea Ejidal, el Comisionado Ejidal y el Consejo de Vigilancia.

Leave a Reply

Fill in your details below or click an icon to log in:

WordPress.com Logo

You are commenting using your WordPress.com account. Log Out /  Change )

Facebook photo

You are commenting using your Facebook account. Log Out /  Change )

Connecting to %s