Un líder religioso y su colega son secuestrados de un refugio para inmigrantes; no se los ha vuelto a ver ni se ha sabido de ellos desde entonces. Otro es agredido, extorsionado y amenazado a punta de pistola. Ambos brindaron protección a inmigrantes y solicitantes de asilo que se encontraban atrapados en la frontera. En el mismo país, los líderes religiosos advierten que las amenazas y los ataques contra ellos constituyen uno de los problemas más graves que enfrentan las iglesias en la actualidad. Irónicamente, todo esto está ocurriendo en lo que se considera uno de los países más religiosos del mundo, México.
El deterioro de la situación para los inmigrantes y solicitantes de asilo que pasan por México se ha visto exacerbado por la implementación del Protocolo de Protección al Migrante (MPP) de los Estados Unidos, también conocido como “Permanecer en México” a principios de 2019. [1] La política ha dificultado cada vez más que los inmigrantes ganen casos de asilo en los EE.UU., sólo el 0.1% de los casos han tenido éxito y muchos han buscado asilo en refugios para inmigrantes administrados por la iglesia en todo México mientras esperan, especialmente en la frontera norte. El 28 de febrero de 2020, un tribunal de apelaciones federal de EE.UU. dictaminó que la política de “Permanecer en México” era ilegal.
Continue reading “Seguir los mandatos bíblicos acarrea un alto precio para los líderes religiosos en México”Si bien muchos líderes protestantes y católicos han respondido a los crecientes niveles de necesidad en una manifestación de su fe siguiendo los mandatos de ayudar a los pobres, [2] albergar a los desamparados [3] y amar al extranjero [4], su trabajo los deja cada vez más expuestos a amenazas y ataques de grupos delictivos organizados que se aprovechan de la población migrante vulnerable.