Se puede ver la traducción en ingles, aquí [For the English translation, click here]
Mario Felix Lleonart Barroso es un prominente pastor bautista y activista de los Derechos Humanos de Cuba. Queríamos escuchar a la perspectiva de un nacional cubano de la muerte reciente de Fidel Castro y los efectos potenciales que esto tendrá en la libertad de religión y conciencia en la isla.
¿Cuál es el significado simbólico para los cubanos de la muerte de Fidel Castro?
Desde hace muchos años el pueblo cubano programó su psicología de masas afirmando que nada cambiaría realmente en Cuba hasta la muerte de Fidel Castro. En este sentido se ha cumplido la meta de espera auto impuesta por el propio pueblo cubano. Fidel Castro trató durante todo el tiempo de su poder a Cuba como si fuese su propia finca particular. Revertir la herencia de miseria que en todos los sentidos este hombre llega a Cuba no será fácil. Cortar los lazos de sus familiares y cómplices será un gran desafío todavía. Pero todos sabemos que el plazo que el pueblo de Cuba ha terminado y que a partir de ahora comienza a destejerse la madeja. Con la muerte de Fidel Castro es como si la maldición se hubiese roto.
¿Cuál era la relación entre Fidel Castro y la libertad de religión/los grupos religiosos en Cuba?
Desde que Fidel Castro anunció a principio de los años ´60 su alianza con el imperio estalinista adoptó también su adversidad a todo lo que fuese religión. Aunque su propósito era hacer desaparecer de Cuba todo vestigio de religión, no lo logró. Fusilamientos, campos de concentración, cárcel, fueron algunas de las medidas extremas que su régimen adoptó en los primeros años de su opresión. Con la caída del muro de Berlín en 1989 y la caída del campo socialista Fidel Castro tuvo que cambiar su política de persecución abierta a cierta tolerancia. El cambio más relevante fue la reforma constitucional de 1992 que declaró que el Estado cubano pasaba de confesionalmente ateo, a laico. En este caso su política pasó de tratar de destruir a intentar manipular a la religión y a grupos religiosos. La mayor expresión de esto es la Oficina de Atención a los Asuntos Religiosos del Partido Comunista de Cuba, una entidad en la cúspide del poder político dedicada a decidir qué permitir y que derogar, de acuerdo a los intereses políticos de los castro, en materia religiosa.
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